Rafa López, Deivao y Jorge Matamoros, las tres incorporaciones del Quesos El Hidalgo Manzanares Fútbol Sala para la presente temporada, tuvieron este lunes su primera toma de contacto con sus nuevos compañeros en el Pabellón Municipal Antonio Caba. El cierre cordobés, procedente de Inter, se mostró “ilusionado” con el proyecto y remarcó que el objetivo de la entidad vuelve a ser la permanencia en la máxima categoría: “Lo importante ahora es coger buenas sensaciones en pretemporada para afrontar el comienzo de la Liga en las mejores condiciones”.
Rafa López considera que el Manzanares demostró la pasada temporada en la pista que cuenta con “un grupo humano muy fuerte, con jugadores que se ayudan y que creen en sus posibilidades”. Una plantilla que “ha madurado tras su primer año en Primera, sabe cual es su objetivo real y va a luchar para conseguirlo”. Dijo que le recuerda al Santa Coloma al que llegó cuando tenía 21 años y cuyo reto era también la permanencia.
El jugador andaluz reconoció que la llamada de Juanlu Alonso fue determinante para acabar de decantarse por el proyecto del Manzanares: “Tengo muy buenas referencias de lo que puede aportar tanto al grupo como individualmente y creo que puedo crecer mucho con él”. López se define como “un jugador de equipo que intenta ayudar siempre al compañero a ser mejor y que se sienta cómodo en la pista”. Desde el puesto de cierre, una de sus misiones será aportar al equipo la experiencia que ha atesorado durante estos últimos años en equipos de la talla de Lugo, Santa Coloma, Barça, Jaén, Palma e Inter.
La misión del también internacional Jorge Matamoros será “aportar competitividad, experiencia, trabajo en equipo y, sobre todo, hacer goles”. El pívot madrileño tiene ganas de que eche la pelota a rodar para “intentar mejorar lo conseguido la temporada anterior”. Regresa a la liga española, “la mejor que hay”, tras su paso por el Meta Catania de la Serie A, para “volver a disfrutar de grandes partidos”. Considera que Manzanares tiene una plantilla de garantías y un buen entrenador, con el que ya coincidió en sus etapas en Pinto y Burela: “Le gusta trabajar, es exigente con los jugadores y saca lo mejor de cada uno”.
A Deivao le cuesta aún el castellano, pero dejó un mensaje muy claro: “Estoy muy feliz en Manzanares, con muchas ganas de empezar a entrenar y jugar”. “Voy a intentar dar lo mejor de mí en los entrenamientos y en los partidos para ayudar al equipo y crecer juntos”, añadió el cierre brasileño.